Es importante que nos planteemos quién informará de la posibilidad de participar en un grupo, cómo lo hará y en qué momento. La persona no tiene que verse presionada a participar, ni excluida de otros posibles tipos de ayuda. Si creemos que no es una persona susceptible de participar en nuestro grupo habrá que orientarla a otros servicios, ayudas o formas de participación. Lo importante es que nos planteemos cuál será el procedimiento que seguiremos y cómo y quién lo efectuará.
Estrategias para facilitar la entrada de nuevos miembros. Una serie de opciones que se pueden utilizar son:
Moya, M.J., Costa, S. Manual de consulta sobre grupos de ayuda mutua de personas con discapacidad física. Barcelona, Federación ECOM, 2007, 176 p.