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¿Qué factores influyen en la aparición de conductas problemáticas?

La literatura científica actual nos muestra cuán importantes pueden llegar a ser los estilos educativos de los padres en el desarrollo de posteriores trastornos de la conducta. También factores como la conflictividad familiar, el estrés y la depresión de los padres o las sensaciones negativas asociadas a la crianza de los propios niños muestran una consistente relación con síntomas asociados con las alteraciones de la conducta. Asimismo, cabe tener en cuenta la propia psicopatología mostrada por los padres. (…)

  • ¿Cuáles son las principales actitudes educativas que pueden generar con mayor facilidad trastornos del comportamiento en los hijos? (Pedreira JL et al., 2001).
    • Actitudes educativas autoritarias
      • Son padres y madres que intentan determinar hasta el más mínimo detalle todas y cada una de las actividades de sus hijos, con lo que no existen indicaciones, sino órdenes que se pueden acompañar de amenazas, y en esas actividades la opinión de los hijos cuenta más bien poco; no es extraño que las descalificaciones o insultos sean la norma (inútil, tonto...), con lo que la posibilidad de que aparezca el maltrato físico o emocional suele ser habitual.
      • En estos niños se puede observar un impacto a medio y largo plazo, ya que, interiorizan una pobre imagen de sí mismos, al opinar que sus figuras parentales tienen razón y que deben obedecer sin más (comentarios del tipo: ‘soy malo’, ‘no hago caso’, etc., sobre su conducta no suelen ser extraños).
      • En ocasiones, estos niños intentan reaccionar con una cierta agresividad, adoptando una actitud individualista, tendiendo a desentenderse de lo que plantean sus padres e intentando guardar las apariencias con el fin de evitarse conflictos. A largo plazo, van poniendo en duda el cariño que sus padres dicen tenerles y terminan con trastornos del comportamiento y acusando a sus padres de egoístas.
    • Actitudes educativas de tipo controlador
      • El autoritarismo que se ejerce es algo más sutil, ya que tienden a educar a sus hijos según la imagen subjetiva que tienen de ellos mismos, y no tienen en cuenta las opiniones o gustos o preferencias de sus hijos; tratan de imponer a sus hijos la forma de vida que ellos tuvieron o bien de compensar alguna vivencia de inferioridad, por lo que se muestran excesivamente exigentes con sus hijos con el fin de mostrar los logros alcanzados, tratan de condicionarles con su propia visión del mundo, limitando la posibilidad de que sus propios hijos vayan descubriendo su propia vida y construyendo su propio mundo.
      • De esta suerte, el efecto en los hijos consiste en un temor permanente a equivocarse, terminan por dudar de su propia valía, los errores les crean un gran sentimiento de culpa, se daña su autoestima y no consiguen lograr las metas propuestas por sus padres. Son también niños que fácilmente presentarán trastornos del comportamiento.
    • Actitudes educativas frustrantes
      • Son aquellas actitudes educativas que no demuestran cariño y en las que no se presta una atención suficiente hacia sus hijos. Incluyen un cierto rechazo hacia el hijo, al que consiguen rebajar e infravalorar.
      • El castigo por cualquier posible o eventual desliz suele ser la norma. El impacto en los hijos va a depender del momento en que aparezca esta actitud de forma manifiesta, de tal suerte que cuanto más precoz se establezca este tipo educativo, el impacto va a ser mayor.
      • Estas actitudes son las que producen efectos de mayor gravedad en los niños, y aparecen comportamientos agresivos, procesos depresivos concomitantes y una grave inadaptación social.
    • Actitudes educativas inconsecuentes
      • Estos padres cambian muy frecuentemente de actitud con sus hijos, castigan con frecuencia y, una vez impuesta la sanción, se arrepienten y se desdicen; son padres que tienen importantes y frecuentes desacuerdos entre ellos en relación con los objetivos y los métodos educativos.
      • El resultado es que aparecen como unas figuras que se sienten inseguras y sin criterio educativo claro en relación con sus hijos, con lo que dependen de lo que oyen a otros padres o en cada situación.
      • Con estas actitudes, los hijos tienen graves dificultades para formarse una idea objetiva de lo que está bien y de lo que está mal, por lo que se vuelven emocionalmente inestables, indecisos y temerosos por no saber, con justeza, a qué atenerse.
    • Actitudes educativas de inhibición
      • Son aquellos padres que no dan indicaciones a sus hijos acerca del camino que deben seguir, cada uno organiza su estilo de vida y lo modifica cuando lo cree pertinente, sin dar cuenta a los demás del contexto familiar.
      • Son figuras parentales que no intervienen en los conflictos que se plantean con sus hijos (por ejemplo, no son capaces de discernir cuándo y cómo solicitar un apoyo o ayuda educativa o terapéutica). No suelen utilizar la alabanza, pero tampoco la crítica constructiva y nunca juzgan al niño, son padres con miedo ante los posibles traumas o frustraciones que la falta de libertad pudiera generar en sus hijos.
      • Los hijos de este patrón educativo presentan dificultades evidentes para poder orientar su propia vida y poder ir descubriendo el sentido de las relaciones y de las cosas de la vida, con lo que fácilmente generan trastornos del comportamiento.
    • Actitudes educativas sobreprotectoras
      • Este tipo de padres considera a sus hijos como unos seres débiles, incapaces e inexpertos, con lo que no permiten a sus hijos el ensayo de respuestas de forma autónoma, lo hacen con la sana intención de evitar al hijo un perjuicio (‘no sabe hacerlo’) y piensan que ‘con el tiempo...’ ya tendrán oportunidad de hacerlo solos, quizá cuando sea ‘mayor’ o ellos no estén.
      • Estos hijos presentan una evidente y constatable ausencia de iniciativa personal, con una aparente despreocupación por las cosas, y están muy pendientes del contexto en el que viven, lo que da como resultado una gran inseguridad personal y una muy baja autoestima.
  • Ante todas ellas, ¿Qué tipo de actitudes educativas son las más aconsejables?:
    • Las actitudes educativas asertivas. Son las de aquellos padres que dedican tiempo y prestan atención al comportamiento normal de su hijo, lo que les permite destacar las conductas correctas.
    • Son figuras parentales flexibles ante los pequeños errores o desviaciones que puedan acontecer, por lo que castigan o corrigen los comportamientos más desadaptados y utilizan también el refuerzo positivo de las recompensas como estímulo y motivación.
    • Los niños educados en estos ambientes presentan una elevada autoestima y una notable autonomía personal; tienen iniciativa para comenzar nuevas tareas y confían en sus posibilidades reales, lo que les permite tomar decisiones y se presentan como menos dependientes del contexto psicosocial.
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