El Modelo se articula en base a un marco de actuación, el “Marco de Sensaciones”, capaz de capturar la esencia de lo que debe hacer posible los contextos positivos de atención centrados en las relaciones para todas las personas que intervienen en ellos. Este marco postula que sólo es posible garantizar la calidad de la atención en un servicio cuando este último se configura como un contexto positivo en el que todas las personas que intervienen -usuarias, profesionales y familiares- perciben o experimentan una serie de sensaciones positivas.