Aunque el instrumento “Perfiles de Calidad” se diseñó para su aplicación en residencias de personas mayores, se considera que el planteamiento del que parte es replicable en servicios de otra naturaleza y dirigidos a otros grupos de población. Eso significa que es necesario desarrollar un proceso de diseño similar al que se explica a continuación para los diferentes tipos de servicio con respecto a los cuales se elabore un anexo a este manual; como resultado de esos procesos se obtendrán los cuestionarios aplicables para la realización del diagnóstico en cada tipo de servicio.
En este apartado se describe brevemente el proceso de diseño que siguió el equipo investigador, proceso en el que participaron 28 personas usuarias, 25 profesionales y 38 personas familiares de siete residencias de personas mayores.
Con el fin de determinar el tipo de eventos positivos considerados importantes por cada uno de los tres grupos, se calculó la frecuencia de eventos (“Event Frequency Approach” (EFA)), procediendo en dos fases:
En la primera fase, se entrevistó a las personas usuarias y a las profesionales y se enviaron cuestionarios a las personas familiares, pidiéndoles, tanto en un caso como en otro, que respondieran a las siguientes preguntas:
El equipo investigador resumió las respuestas obtenidas en frases cortas descriptivas de los distintos eventos identificados y verificó con las personas participantes si reflejaban o no con exactitud lo que realmente habían querido decir. De este modo se consiguieron tres listas de eventos: 103 mencionados por las personas residentes, 104 por el personal y 71 por las y los familiares.
A continuación, ya en la segunda fase, se pidió a las y los participantes de cada uno de los tres grupos que ordenaran de mayor a menor importancia los eventos de la lista correspondiente al mismo. Hecha la ordenación, el equipo investigador vinculó cada uno de los eventos de las tres listas a una de las 6 sensaciones que configuran el Marco de Sensaciones. De este modo, se obtuvieron tres listas de eventos ordenados en función de la importancia otorgada por cada grupo y en función de la sensación con la que se vinculaban. A partir de ahí, y con el fin de evitar cuestionarios excesivamente largos, se seleccionaron los 5 eventos considerados más importantes para cada una de las Sensaciones en cada una de las tres listas, lo que dio como resultado 3 cuestionarios de 30 ítems, dirigidos, respectivamente, a cada uno de los tres grupos.
De nuevo, la formulación de cada pregunta fue verificada por miembros del grupo al que se dirigía cada cuestionario para garantizar que tenían sentido y que eran fáciles de entender.
Las personas participantes acordaron que, para responder a cada pregunta, se aplicaría una escala de 5 niveles de frecuencia: “nunca”, “rara vez”, “algunas veces”, “a menudo”, “siempre”. También se añadiría la posibilidad de marcar las opciones “no aplicable”, cuando no fuera pertinente, o “no sabe”.
Dado que no todos los eventos ocurrirían necesariamente a diario, se decidió que, para responder, las personas usuarias y profesionales pensarían en eventos positivos ocurridos a lo largo del último mes y las personas familiares a lo largo de los dos últimos meses.
Además de los ítems estructurados, se incluyeron tres preguntas abiertas para que las personas participantes tuvieran la opción de añadir los comentarios adicionales que quisieran, tanto relacionados con las preguntas como con otros aspectos de la atención.
Es fundamental tener presente que la finalidad del instrumento no es sumar los puntos obtenidos en los ítems individuales para generar una puntuación total que graduaría el nivel de calidad entre unos y otros servicios, sino generar un perfil de frecuencia de eventos, indicativo de lo que funciona bien (los eventos positivos frecuentes) y de lo que podría mejorarse (los eventos positivos menos frecuentes).