SIIS Centro de Documentación y Estudios, Vivir mejor. Evaluación funcional de conductas problemática = Hobeto bizitzea. Jokabide problematikoen ebaluazio funtzionala. Serie: Buenas Prácticas en la Atención a Personas con Discapacidad = Praktika Onak Ezinduei Emandako Arretan, Vitoria-Gasteiz, Diputación Foral de Álava, 2011, 49 p.
Esta Guía se enmarca en el proyecto “Vivir Mejor” del Departamento de Política Social y Servicios Sociales de la Diputación Foral de Álava, orientado a mejorar la calidad de la atención prestada en los servicios dirigidos a personas con discapacidad . Como todos los materiales que conforman la serie, esta guía es el resultado de un proceso de debate y consenso entre profesionales, de distintos perfiles, que comparten un interés común: mejorar la calidad de vida en los servicios para personas con discapacidad y mejorar para ello la forma de atender y de prestar apoyo. Para facilitar la participación en la elaboración de la guía se organizó un grupo de discusión, compuesto por el responsable y las y los técnicos de apoyo del Área de Personas con Discapacidad; por profesionales de los equipos que trabajan en los servicios de atención a personas con discapacidad; por la técnica de calidad de la Secretaría de Servicios Sociales responsable de la coordinación del proyecto; y por profesionales del SIIS Centro de Documentación y Estudios de la Fundación Eguía-Careaga responsable del concepto y del diseño del proyecto, así como de la redacción de la Guía y de la dinamización del proceso.
La evaluación funcional de la conducta, al igual que el apoyo conductual positivo que se describe en otra guía de esta misma serie, comparte sus valores y principios así como su objetivo último de mejora de la calidad de vida, con la filosofía del Modelo de Apoyos y con el aprendizaje de habilidades adaptativas. Constituye una técnica de valoración, intervención y aprendizaje, aplicable, con carácter general, a todas las personas, presenten o no presenten discapacidades. Ese carácter general es importante porque permite entenderlo como enfoque global de actuación. Con todo, dado que la guía tiene por objetivo servir de pauta y de referencia a las y los profesionales de los servicios de atención a personas con discapacidad, su contenido se centra en su aplicación a estas personas.Por otra parte, interesa tener presente que si bien la evaluación funcional de la conducta es aplicable a diferentes tipos de conducta, como enseguida veremos, su núcleo genuino y principal de intervención es el de las conductas problemáticas; el contenido de esta guía se centra en ellas, por constituir uno de los aspectos de la práctica profesional que más preocupan al personal de apoyo de los diferentes servicios. Al hacerlo, se parte de considerar que son conductas problemáticas aquellas que, siguiendo la definición de Emerson, “por su intensidad, duración o frecuencia afectan negativamente al desarrollo personal del individuo, así como a sus oportunidades de participación en la comunidad” y se adopta como clasificación de referencia la contenida en la escala ICAP (véase el apartado 1 del capítulo III de esta guía). Esas conductas problemáticas incluyen no sólo conductas disruptivas, agresivas u ofensivas, que quizá sean las más habitualmente referidas, por ser también las más visibles y las más molestas, sino también otras conductas, más discretas, de retraimiento o falta de atención (algunos ejemplos serían actitudes de aislamiento, marcada inactividad, tristeza, falta total de entusiasmo, sueño excesivo, importantes dificultades de concentración).