La coproducción es un concepto amplio que no solo puede materializarse con distintos actores públicos y sociales, sino que también puede adoptar formas y matices muy diferentes. En realidad, se trata de un nuevo recurso para ser utilizado en las políticas públicas locales y, como tal, tiene la posibilidad de adoptar finalidades y formatos específicos en cada contexto y en cada territorio.
Es posible generar coproducción a partir de la colaboración en varios planos:
El elemento que cabe destacar en cualquier caso es que en la coproducción se otorga un mayor protagonismo a los actores no institucionales, tanto en la elaboración como en la implementación de soluciones de naturaleza pública. (…) Es importante remarcar, por otro lado, que la coproducción se caracteriza por ser sobre todo una forma de implementación de soluciones, y así se diferencia de otras formas de participación por invitación, más orientadas a escuchar y a deliberar. Sin embargo, la coproducción también puede poner más o menos énfasis en una o varias fases del proceso de elaboración de las políticas públicas. Así, en el marco de las prácticas de coproducción es posible hablar también de codiagnosticar, codecidir, coplanificar o cogestionar.