Los defensores de este modelo defienden que la recuperación es posible dentro de la comunidad siguiendo un modelo de red de redes, donde una variedad de equipos multiprofesionales actúan como dinamizadores y catalizadores de procesos psicosociales de comunicación, participación y organización relativos a un conjunto de espacios (sanitario, social y laboral) cada uno con su propia red, y en conjunto, conformando una red de redes.
Se considera que la relación entre diversas personas en la comunidad ayuda a combatir los mitos relacionados con la enfermedad mental y a que la comunidad sea más acogedora e inclusiva. Desde este modelo se da un papel de vital importancia al espacio sanitario. Una atención personalizada que escuche a las personas, que favorezca el acompañamiento en su viaje hacia la recuperación y que promueva las condiciones para que eso sea posible.