Al explorar, planificar y estudiar lo que se ha emprendido, la persona tiene la ocasión de aumentar la comprensión que puede tener de sí misma (de su propia conducta, de sus actitudes y de sus capacidades), de las otras personas, de la situación en la que se encuentra, etc.
La clarificación se practicará con relación al problema diana y a la tarea, pero no se extenderá jamás al conjunto de la conducta de la persona, a sus interacciones con las otras personas, a su situación de vida global o a los elementos de esta situación que no estén ligados ni al problema ni a la tarea.