Designa las opiniones, recomendaciones, sugerencias, que el o la profesional da a la persona sobre las diferentes actividades que comporta la tarea emprendida. Propone posibilidades de acción que la persona no ha vislumbrado por sí misma, así como medios concretos para poner en marcha esta acción.
El modelo centrado en la tarea permite evitar el uso excesivo del consejo, que sería una tentación y un error con relación a una persona sugestionable y dependiente.
Esta técnica, como las anteriores, se emplea sólo para ayudar a la persona a ejecutar su tarea y alcanzar su objetivo. La figura profesional no tiene que dar ningún consejo para cualquier decisión ajena a la tarea.