La teoría de la intervención en situación de crisis se desarrolló a partir de los estudios hechos sobre comunidades, grupos o personas que afrontan situaciones de catástrofe o de extrema tensión. (…) La aplicación y desarrollo conceptual de la teoría y práctica se atribuye a: Howard Parad, Lydia Rapoport, Naomi Golan, Aguilera y Messik, y Kieran O´Hagan.
El modelo parte de la idea de que toda persona posee un repertorio de respuestas que le permiten resolver los problemas a medida que se presentan. La crisis sobreviene cuando la tarea a cumplir desborda momentáneamente las capacidades habituales. Cuando hay un estado de crisis es porque en el repertorio de respuestas, la persona o la familia no puede encontrar la que necesita para resolver la dificultad, o que se presentan demasiadas dificultades a la vez.
(…)
La intervención desde el modelo de crisis se basa principalmente en la disminución del estrés que padece una persona cuando se encuentra ante un acontecimiento vital que desestabiliza su equilibrio normal, siendo el objetivo ayudarle a reestabilizar y reorganizar dicho equilibrio mediante la potenciación de sus capacidades adaptativas y de respuesta. La potenciación y el desarrollado de esas capacidades, les permitirá hacer frente a desafíos y problemas futuros.
Según Parad y Parad (1990) los objetivos principales de la intervención desde este modelo son:
A modo de resumen, podemos extraer de la abundante literatura existente, las siguientes características principales del modelo de intervención en crisis: