Procesos clave en la intervención familiar: la co-construcción de la situación-problema con la familia

Alinear las preocupaciones de la familia, con los recursos del sistema familiar y los objetivos de la intervención

• Es inevitable mantener una atención sobre las preocupaciones y dificultades (de la familia) pero nuestra estrategia va a comenzar por tres cambios importantes:
  • Amplificar nuestras conversaciones, nuestras indagaciones, nuestra reflexión y nuestra búsqueda sobre los recursos de la familia. Ser extremadamente atentos y minuciosos sobre todos los aspectos que puedan significar motivación, capacidad, pequeños compromisos, es decir, todos los recursos de la familia.
  • Conectar en nuestras conversaciones (sean éstas entrevistas directas con los usuarios o bien entre profesionales), nuestro trabajo sobre recursos de la familia con las preocupaciones y factores de riesgo. Este aspecto, pareciendo obvio, a veces no lo es tanto. Cualquier elemento positivo que podemos reseñar en una familia sólo se convierte en un auténtico recurso cuando entendemos que producirá un efecto si lo asociamos a alguna preocupación o dificultad.
  • Definir intervenciones que conecten de forma directa con alguna preocupación o necesidad de la familia y a la vez con algún recurso disponible en la familia. (…) Esta idea de conectar preocupaciones y necesidades con recursos e insertar ahí la planificación de nuestras intervenciones no es sencilla de poner en práctica. Fundamentalmente porque en casos con factores de riesgo cronificados o de especial dificultad, la inercia de todo lo negativo tiene una enorme fuerza sobre la familia, que con facilidad se contagia a nosotros, los profesionales. Por ejemplo, resulta difícil poner en marcha intervenciones orientadas a cambios pequeños simplemente porque la visión de otros aspectos preocupantes y graves, restan significación o proyección a las intervenciones pequeñas. (…)