Aunque una de las importantes limitaciones en la investigación de la violencia filio-parental es medir las influencias del macrosistema respecto a otras variables relacionadas con este problema, es compartido que los cambios sucedidos en el último siglo en el mundo occidental han hecho que la violencia cobre un mayor protagonismo en los diferentes escenarios de la vida cotidiana. Así, Urra (2006) destaca la importancia de los factores sociológicos como razones que generan o mantienen la violencia, señalando entre estos factores:
- La existencia de valores sociales violentos en las sociedades actuales
- La búsqueda del éxito fácil
- La permisividad sobre comportamientos inaceptables
- La exposición a la violencia en los medios de comunicación
- El creciente sexismo
- El incremento del poder del hedonismo y el nihilismo.
- El sistema educativo ha evolucionado hacia un estilo democrático mal entendido, donde la distancia jerárquica entre padres e hijos se ha reducido, y ambas partes son consideradas iguales en la toma de decisiones.
- Los cambios en los modelos de familia
- La disminución en los tiempos para la crianza
- El aumento de las familias con hijo/a único/a
- El ajuste de roles parentales
- Los cambios en el ciclo vital dando lugar a “padres añosos”
- La evolución de una sociedad basada en la recompensa y menos en la disciplina
Todos estos factores hacen que las familias se sientan cada vez más desbordadas por la compleja situación ante la cual disponen de escasos recursos de afrontamiento (Pereira y Bertino, 2009).