Dado que el Reglamento de funcionamiento Interno (RFI) enmarca actuaciones pero no desciende a las intervenciones concretas, será necesario operativizarlo, en otros instrumentos más funcionales y de aplicación, que faciliten poder prever situaciones y actuar de manera consensuada.
El empleo de herramientas de diseño de situaciones como el ISCRA (March, 2004, 2005), u otros de carácter similar, facilitará la confección de manuales de procedimientos, protocolos de actuación, organización de tareas, árboles de decisión, etc; para los educadores.
A su vez estos manuales de procedimientos se traducirán de cara a los chicos en documentos informativos (carteles, decálogos de normas...) que asegurarán que, en todo momento, los niños sepan lo que se espera de ellos, y lo que a su vez pueden esperar del entorno.