(La crisis) se trata de un episodio disruptivo al que el educador concede cierta importancia y que va a ser utilizado como motivo de una intervención educativa y terapéutica. Este es un primer aspecto crucial para entender el modelo de intervención en crisis y sus positivas aportaciones al ámbito de los educadores y el acogimiento residencial: las crisis, es decir, los problemas o episodios importantes de conducta en el escenario de la vida diaria, se definen en este caso como materia para trabajar y poder establecer una relación más estrecha que permita cambios y nuevas experiencias con los niños y jóvenes.
Mientras que lo habitual es que los problemas importantes de tipo disruptivodesafiante sean vistos como una amenaza, como algo inquietante y que no debería de surgir en la vida cotidiana, en el modelo de intervención en crisis los problemas de conducta importantes se esperan con una actitud positiva de oportunidad de intervención para el cambio.
Por tanto, en este modelo se trabaja sobre el hecho de que los niños y jóvenes que se encuentran en acogimiento residencial tienen importantes problemas que requieren ayuda, y que, debido a sus problemas, van a tener importantes comportamientos disruptivos.
Estos episodios se considerarán una oportunidad de trabajo y no una amenaza o una desestabilización de la convivencia.
Especialmente, cuando se trata de adolescentes, con los que las oportunidades de establecer vínculos estrechos o conversaciones profundas no son muy frecuentes, el modelo de intervención en crisis propugna el aprovechamiento de los episodios conflictivos para poder romper esa barrera exterior de reserva y control que los adolescentes suelen formar como mecanismo defensivo.
Las crisis en este contexto se entienden como momentos en los que las emociones afloran, las barreras defensivas se permeabilizan, y la oportunidad de llegar al fondo emocional y cognitivo del sujeto debe ser aprovechada.
En este sentido, cabría decir también que el concepto de crisis en este modelo tiene un significado positivo, haciendo referencia a la acepción del término que se refiere a cambio, sin matices negativos. Las crisis son oportunidades y momentos que propician cambios.