El daño cerebral adquirido puede tener numerosas consecuencias de naturaleza cognitiva, y las investigaciones apuntan a que son éstas, junto con las consecuencias emocionales y conductuales, las que generan mayor angustia y estrés tanto en la persona afectada, como en su familia o en el personal de apoyo.
En las siguientes fichas se describirán las principales, a saber: