Una comunicación efectiva no se basa sólo en la capacidad de las personas para entender y para expresar, sino que exige la conjunción de una serie de factores, a saber, los medios disponibles para comunicar (¿Cómo comunicamos?), las razones que llevan a comunicar (¿Por qué comunicamos?) y las oportunidades para poder hacerlo (¿Dónde, cuándo y con quién comunicamos?), que se constituyen en variables imprescindibles de una comunicación efectiva.
En la siguiente tabla, se describen los elementos básicos del modelo:
Para que una comunicación sea efectiva es esencial que estas tres variables funcionen conjuntamente, es decir, que, de forma simultánea, existan medios, razones y oportunidades para comunicar.
Los niños adquieren el habla porque están expuestos al habla y al lenguaje desde el nacimiento. No es realista pensar que las personas con graves dificultades de comunicación podrán desarrollar habilidades comunicativas efectivas si sólo tienen la oportunidad de usar sus SAAC en periodos cortos y programados de tiempo a lo largo del día. Deben estar a su disposición en todo momento para ser efectivos.