Ir directamente al contenido

Valorar las necesidades, capacidades y preferencias comunicativas individuales

Métodos de valoración

Para determinar el perfil personal de comunicación es necesario realizar una valoración y para ello pueden aplicarse diversos métodos:
 

Método de Valoración 1: Preguntar a la persona con discapacidad

Muchas personas con dificultades de comunicación son capaces de ofrecer la información necesaria acerca de sus preferencias comunicativas por sí mismas y, en esos casos, conviene plantearles directamente las preguntas que nos ayudarán a determinar su perfil comunicativo:

  • cómo desea comunicarse, es decir, qué forma o formas combinadas de comunicación desea y puede utilizar para comunicarse;
  • qué necesita ella para utilizar esas formas de comunicación, es decir, qué medios requiere tener a su disposición para expresarse y/o para entender lo que otras personas le comunican;
  • cómo deben actuar sus interlocutores para que ella pueda entender lo que pretenden comunicarle.


Otras personas en cambio no pueden responder por sí mismas y, en tales supuestos, será necesario recurrir a otras fuentes de información, en particular:

  • a personas que les conocen bien y que son capaces de ofrecer datos muy relevantes en relación con las características de la comunicación de la persona, como se explica en el siguiente apartado ("Hablar con otras personas")
  • a fórmulas de observación directa, como se explica en el apartado "Observar a la persona".


Método de valoración 2: Hablar con otras personas

Quienes conocen bien a la persona que presenta dificultades de comunicación pueden ser de gran ayuda para señalar aspectos clave que serán de la máxima utilidad para esbozar algunas características básicas de su forma de comunicar. Las personas que conforman su círculo de relaciones (véase el tema de este Banco de Buenas Prácticas referido a la Planificación Centrada en la Persona), ya sean familiares, amigos y amigas, o profesionales del servicio o de un servicio del que ha sido usuaria con anterioridad, darán, con toda seguridad, pistas valiosas sobre cómo desea y cómo puede comunicarse la persona.

Con todo, es importante actuar con cierta cautela, porque a veces estas personas, tan cercanas, pueden equivocarse involuntariamente o, simplemente, ofrecer interpretaciones muy dispares de los intentos comunicativos de la persona. Por ello, cuando se recurre a estas fuentes es aconsejable registrar la información que ofrezcan las diferentes personas consultadas para luego poder comparar y contrastar sus opiniones y alcanzar acuerdos interpretativos que deberán verificarse a posteriori.


Método de valoración 3: Observar a la persona con discapacidad

Sin perjuicio de lo anterior, sin duda, la mejor forma de adquirir un buen conocimiento de las características y preferencias comunicativas de la persona es interactuar con ella y observar sus reacciones y sus respuestas.

  • Contextos en los que se puede dar la observación

    La observación se puede dar en dos tipos de contextos:
     
    • Observación en contextos naturales. Se realiza en los contextos cotidianos de la persona y con personas conocidas para ella. Se debe prestar especial atención a los actos comunicativos espontáneos y a los actos intencionales que la persona lleva a cabo.

                      
       
    • Observación en contextos estructurados. Se trata de observar a la persona y de recoger información sobre el conocimiento y el uso del lenguaje en contextos específicamente diseñados o articulados al efecto, y utilizando los materiales expresamente preparados para motivar y facilitar respuestas concretas.


En el marco de la elaboración del perfil personal de comunicación, la observación y la relación directa con la persona contribuirán a evitar errores interpretativos acerca de su nivel real de comprensión, en particular, de su comprensión del lenguaje verbal y a delimitar su nivel real de comprensión.
 

A. La observación como forma de evitar interpretaciones erróneas de la capacidad de comprensión. 

  • En el marco de la elaboración del perfil personal de comunicacion, la observación y la relación directa con la persona contribuirán a evitar errores interpretativos acerca de su nivel real de comprensión, en particular, de su comprensión del lenguaje verbal y a delimitar su nivel real de comprensión.  En efecto, a veces da la sensación de que una persona tiene un buen nivel de comprensión del lenguaje verbal, cuando en realidad es muy limitado y lo que hace es tratar de entender lo que ocurre a su alrededor interpretando formas no verbales (gestos, movimientos), señales contextuales, conductas de otras personas, rutinas, etc.
     
  • Así, por ejemplo, para algunas personas con discapacidad intelectual o con deterioro cognitivo, las palabras no tienen ningún sentido. Otras son capaces de entender una o dos palabras clave, que les son familiares en cualquier frase que se les diga. Aunque esto es una ventaja, presenta también un doble riesgo: que las familias y el personal interpreten que la persona entiende mucho más de lo que realmente entiende, y que la persona con discapacidad cometa cada vez más errores al interpretar lo que se le dice.
     
  • Este tipo de situaciones puede llevar a la familia y al personal a considerar las respuestas inapropiadas como desobediencia u obstinación, y a la persona con discapacidad a frustrarse, porque sus expectativas no se materializan.
                         
  • En otros casos, puede ocurrir que creamos que la persona con discapacidad ha entendido porque ha respondido de forma apropiada y porque el mensaje es lo suficientemente complejo como para no considerar posible que lo ha descifrado a partir de un simple movimiento, de un gesto o de algún otro indicio contextual.

                                      

  • Algunas personas con discapacidad intelectual tienden a repetir determinadas frases y palabras continuamente: a veces parece que las utilizan de forma totalmente apropiada; otras que las dicen al azar. Esta disfunción se denomina ecolalia. Es importante tener presente que la cantidad de palabras o la claridad con la que se expresan pueden llevarnos a tener expectativas demasiado elevadas sobre sus habilidades comunicativas. Las personas con este tipo de lenguaje a menudo tienen importantes limitaciones de comprensión. Han aprendido las palabras y las frases como un conjunto de sonidos, no como un conjunto de significados, de modo que no son capaces de utilizar esas mismas palabras en una frase distinta.
     
  • Es necesario verificar si la respuesta de la persona se debe a que ha entendido lo que se le ha dicho o a la existencia de otras claves o indicios contextuales, y es importante hacerlo por las siguientes razones:
    • Para ajustar nuestros mensajes a su capacidad real de comprensión.
    • Para determinar cuándo puede requerir ayudas adicionales, como signos, imágenes, objetos o símbolos, que le ayuden a interpretar los mensajes verbales adecuadamente.
    • Para explicar por qué se dan conductas problemáticas, lo cual tiene gran trascendencia, en la medida en que las dificultades para la comunicación constituyen una de las principales causas para la manifestación de este tipo de conductas.
       
  • Si cometemos el error de creer que una persona entiende el lenguaje verbal cuando no es así, nuestras expectativas serán demasiado elevadas, de modo que si responden de forma inadecuada o no responden, pensaremos, erróneamente, que lo hacen por desobediencia, por obstinación, por vagancia, etc., cuando en realidad el único problema es que, en esa ocasión, no hemos acompañado nuestra frase de gestos u otros indicios no verbales. Si no nos es posible determinar con precisión qué nivel de comprensión tiene realmente una persona, es bueno acompañar las frases con gestos, imágenes, señales o símbolos, porque pueden ayudarle a entender. Si no los necesita, simplemente hará caso omiso.

B. La observación y la relación directa como forma de delimitar la capacidad de comprensión

  • Es importante, por lo tanto, cuando comunicamos con una persona que presenta dificultades para la comunicación averiguar cuál es su capacidad real de comprensión y cuáles los medios de comunicación más ajustados a dicha capacidad. Existen dos tipos de métodos para determinarla:
     
    • Métodos formales o estandarizados:
      • Dada la complejidad y el dinamismo de la comunicación, no es sorprendente que no existan protocolos de valoración integral de las habilidades comunicativas de la persona; los instrumentos existentes tienden a cubrir un área determinada de la comunicación o a responder a un objetivo específico de valoración; algunos de ellos se han diseñado específicamente para su aplicación a personas con discapacidad.
      • Por lo general, la aplicación de unos u otros instrumentos por parte de los especialistas en terapia del lenguaje se determina en función de las necesidades individuales de la persona, de su nivel de desarrollo, de sus particulares circunstancias y de la finalidad que se persigue con la valoración.
      • Es indispensable que las pruebas estandarizadas sean siempre aplicadas por profesionales especializados, quienes, en base a los resultados obtenidos, deberán transmitir información muy sintética, específica y práctica que oriente la actuación del personal de apoyo.
      • Algunas de estas pruebas estandarizadas son las siguientes:
        • Ficha de intención comunicativa. Eugene T. Mc Donald.
        • Test Barcelona. Instrumento neuropsicométrico para desarrollado para evaluar cuantitativamente el estado cognitivo, de J. Peña-Casanova. Ed. Masson, Barcelona, 1990.
        • Wisc-R. Escala de inteligencia de Wechsler para niños revisada. Ed. The Psychological Corporation, New York, 1974.
        • Test de vocabulario en imágenes "Peabody". Ll. M. Dunn, L. M. Dunn y D. Arribas. Ed. Tea Ediciones, Madrid 2010.
        • ITPA. Test ILLINOIS de aptitudes psicolingüísticas, de S.A. Kirk, J.J. McCarthy y W. D. Kirk. Ed. University of Illinois Press, Urbana 1967. El principal objetivo de esta prueba es detectar posibles fallos o dificultades en el proceso de comunicación (deficiencias en la percepción, interpretación o transmisión).
      • Interesa tener presente que se observan algunas limitaciones en los métodos formales de valoración:
        • Por un lado, el equilibrio de la interacción entre quien realiza la valoración y la persona sujeta a valoración es, durante una valoración formal, necesariamente muy distinto al que se establece durante los intercambios comunicativos propios de la vida cotidiana, en los que tiende a ser más equilibrada (de igual a igual).
        • Por otro, tampoco los aspectos más pragmáticos de la comunicación son fácilmente trasladables al contexto de una valoración formal, debido a su naturaleza eminentemente contextual.
    • Métodos no formales. Permiten verificar si la persona efectivamente está respondiendo porque ha comprendido lo que se le ha dicho verbalmente o porque ha reaccionado a otro tipo de señal no verbal:
      • Una forma de hacerlo es elaborar una lista de las frases que creemos que entiende, tratando de determinar, en colaboración con quienes mejor le conocen y en el contexto habitual, qué señales no verbales pueden estar interviniendo. Después diremos la frase en el contexto natural, pero sin utilizar ninguna señal o signo no verbal. Si no hay respuesta o si la respuesta es inadecuada, hay que tratar de introducir una señal no verbal para ver si es eso lo que determina la respuesta correcta.
      • Otra forma de hacerlo es utilizar sólo señales no verbales, sin lenguaje verbal o verbalizando algo que no tiene nada que ver con la situación. Si la persona responde correctamente a la señal no verbal, significa que es ésta la que determina la respuesta y no el lenguaje verbal.
    • Las formas de valoración no formales, de carácter descriptivo (cualitativo), parecen más aptas que las pruebas estandarizadas a dar cuenta del proceso interactivo y a aportar información acerca de las habilidades y de las dificultades observadas en el marco de ese proceso y en su relación con el contexto. Estas formas de valoración se basan fundamentalmente en la observación de la personas en sus diversos contextos de vida en una pluralidad de situaciones y en la interacción con la persona.
       
  • Aunque los métodos formales y no formales no siempre se aplican conjuntamente, pueden resultar muy complementarios, ya que, en determinados casos, las personas que, en el marco de un test formal y especializado, entienden, por lo menos parcialmente, el lenguaje verbal, cuando vuelven a su vida habitual y se encuentran en un entorno más ruidoso, con múltiples factores que les distraen y desconcentran, les resulta mucho más difícil entenderlo, lo que significa que su nivel funcional de comprensión es mucho más limitado de lo que podría indicar el método formal de valoración.
VOLVER
IMPRIMIR
COMPARTIR

Customización de cookies

Cookies Analytics

Este sitio web utiliza cookies de terceros para cuantificar el número de usuarios y así realizar la medición y análisis estadístico de la utilización que hacen los usuarios del servicio ofertado. Para ello se analiza su navegación en nuestra página web con el fin de mejorar la oferta de productos o servicios que le ofrecemos por medio de la cookie Google Anlytics

Cookies para compartir en redes sociales

Usamos algunos complementos para compartir en redes sociales, para permitirle compartir ciertas páginas de nuestro sitio web en las redes sociales. Estos complementos colocan cookies para que pueda ver correctamente cuántas veces se ha compartido una página.