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Necesidad de apoyos antes y después del ingreso

El ingreso en un servicio residencial es una decisión de gran importancia en la vida de una persona y tiene un fuerte impacto en su estilo de vida. De ahí que resulte indispensable prestar a la persona que ingresa y a su entorno inmediato, los apoyos que puedan resultar más idóneos para facilitar esa transición, tanto con carácter previo al ingreso como durante el periodo inicial de adaptación a la vida en el servicio residencial.


Pautas de Buenas Prácticas para favorecer que el ingreso transcurra en las mejores condiciones

No existe la receta perfecta para garantizar una buena salida del domicilio familiar; cada caso es único y requiere una atención específica y personalizada a lo largo de todo el proceso, tanto en el diseño y la prestación de los apoyos a la persona como en el diseño y la prestación de los apoyos a la familia. Con todo, lo que sí puede afirmarse, con carácter general, es que existen mayores probabilidades de que el proceso transcurra con cierta naturalidad en las mejores condiciones y sin excesivas dificultades cuando se dan todas o algunas de las siguientes circunstancias:

  • Cuando ha existido un proceso previo de reflexión que ha valorado las diferentes alternativas y ha llevado a considerar la opción residencial como la más idónea.
  • Cuando ha habido numerosos contactos con el servicio residencial y con sus profesionales tras la toma de decisión y antes de la incorporación definitiva, para comentar aspectos de la atención, compartir información, manifestar preocupaciones y preferencias.
  • Cuando existe una o un profesional designado para acompañar a la persona en el proceso, responsable de coordinar los diferentes aspectos de la atención que pueden verse afectados -por ejemplo, de considerar el impacto de la decisión de ingreso sobre la utilización de unos u otros servicios de día-, y de facilitar la comunicación entre el servicio, por un lado, y la persona con discapacidad y sus familiares, por otro.
  • Cuando la persona con discapacidad ha utilizado con cierta regularidad los servicios de corta estancia, con anterioridad a su toma de decisión de ingreso residencial.
  • Cuando se favorece la implicación de la familia y se establecen vías de comunicación fluidas.

Tanto el impacto del ingreso residencial como la definición y articulación de los apoyos más idóneos varían en función del tipo de ingreso del que se trate y de las razones que lo hayan determinado. Desde este punto de vista, y con carácter general, pueden diferenciarse dos tipos de ingreso residencial:

  • Ingreso de carácter temporal.
  • Ingreso de carácter permanente o con vocación de permanencia, aun cuando ello no impida posteriores modificaciones del recurso residencial aplicado, en función de la evolución de las necesidades y preferencias de la persona usuaria.

Cada uno de ellos se describe en las fichas siguientes. 

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