Los planes para el manejo de crisis se deben elaborar y aplicar atendiendo a las fases que presentan estas últimas:
- Fase 1. Fase de identificación de la crisis.
- Se da cuando se observa la escalada o incremento de la intensidad de la conducta y coincide con la etapa de ansiedad con la que se inician todas las crisis. Es el momento en el que deberá considerar cómo evitar una crisis. Por ejemplo, ¿muestra la persona alguna señal previa que indique que va a ocurrir una crisis: ¿está más agitada? ¿presenta verbalizaciones estereotipadas? En el momento en que aparece la primera señal, se puede calmar a la persona o cambiar la situación potencialmente amenazante: dirigir a la persona hacia un contexto más tranquilo, hablarle pausadamente, reducir el nivel de actividad en la habitación. En el plan individual de actuación deberá especificarse qué signos pueden ser indicativos en esa persona de que la crisis va a ocurrir.
- Fase 2. Fase de intervención.
- Se da cuando se produce la explosión de la crisis y la persona presenta ya una actitud defensiva o de ataque. Se considerará el uso de procedimientos de emergencia que protejan de posibles daños tanto a la persona como a los demás; en todo caso, se recurrirá al método menos intrusivo que sea posible en las circunstancias concretas del caso.
- Fase 3. Fase de desactivación de la crisis.
- Es el momento en el que se observa que la conducta va disminuyendo en intensidad y una reducción del nivel de tensión. Es el momento de considerar estrategias que puedan calmar a la persona -y a todas las demás personas implicadas- y que prevengan otras crisis.
Todas las crisis parten de una situación de ansiedad para llegar, pasando por diferentes niveles, a la reducción del nivel de tensión:

Buenas Prácticas
Al diseñar un plan de intervención en situaciones de crisis, es importante:
- Definir cuidadosamente qué constituye una situación de crisis.
- Describir los procedimientos de intervención y quiénes son las personas a las que corresponde aplicarlos.
- Identificar los recursos necesarios para implementar el plan: por ejemplo, modificar el programa de actividades o pedir ayuda a otro miembro del personal de apoyo.