Las personas que padecen una psicosis tienen una percepción de la realidad claramente alterada y patológica; la dificultad de interiorización, de introspección, de análisis, está claramente perturbada y ello determina que la aceptación de la realidad o el contacto con la misma sea deficitaria.
Síntomas
La sintomatología positiva (alucinaciones y delirios) puede confundirse a veces con fabulaciones (amigos imaginarios, por ejemplo) en personas con edades mentales no adultas. Dado que pueden exigir una habilidad cognitiva más desarrollada, a medida que disminuye el desarrollo intelectual de la persona es más difícil encontrar o, como mínimo, identificar estos síntomas y por tanto será más complicado el diagnóstico.
Por su parte, los síntomas negativos pueden confundirse con los efectos derivados de largos periodos de institucionalización, falta de estimulación, efectos adversos y no deseados de algunos medicamentos o comportamientos relacionados con niveles graves de discapacidad intelectual.
Posibles causas