La apariencia personal refleja la identidad de una persona y, como tal, forma parte de esa identidad: el tipo de ropa, el corte de pelo y el uso de complementos son indicativos de la identidad social de la persona en la medida en que pueden ser indicativos de su edad, su género, su etnia, su clase, etc. y son, en esa medida, condicionantes de sus afinidades sociales, de su aceptación y reconocimiento social.
- Los cambios que puedan producirse en esa apariencia personal son también indicativos de cambios en la identidad social o en el estado anímico y la autoestima de la persona.
- Por ello, es importante que las personas mayores tengan la oportunidad de reflejar o de seguir reflejando, su propia identidad en su apariencia personal.
- Con esa finalidad, el personal de apoyo debe favorecer, estimular y facilitar que la persona tenga y conserve un aspecto digno, que refleje su personalidad, respetando, por lo tanto, sus preferencias, aun cuando a veces, resulte necesario adaptar esas preferencias a los condicionantes impuestos por las necesidades (por ejemplo, las condiciones meteorológicas).