Factores generadores o precursores de capital social comunitario: nivel meso social
Los factores generadores de Capital Social Comunitario en este nivel son:
- El asociacionismo, según Putnam desarrolla un papel clave en la generación y acumulación de capital social de unión y puente.
- Cuando las personas participan en un grupo o asociación, comienzan a interactuar regularmente con un grupo mayor de personas y les posibilita acceder a recursos, que de otro modo resultarían mucho más difíciles alcanzar;
- La memoria social colectiva. Está formada por un conjunto de creencias, rituales y mitos que poseen los miembros pertenecientes a un grupo o comunidad y que determinan su adscripción al mismo (Halbawachs, 2004).
- Diferentes autores como Salazar (2000), Figueroa (2007) y Michelini (2012), coinciden en que la activación de esta memoria puede conducir a construir una identidad colectiva positiva, generadora de Capital Social Comunitario para la acción colectiva. A esta labor pueden ayudar diferentes agentes y actores tanto internos como externos, y se puede ver favorecida por la existencia de unas necesidades comunes que articulen una búsqueda conjunta de soluciones;
- La autodefinición, las visiones y los valores colectivos, son un capital simbólico presente en la memoria individual.
- Para autores como Durston (2000), Klisberg (2000), Stavaren (2000), Prakash y Selle (2004), Figueroa (2007) y Vidal (2014), son factores con posibilidad de influir en la construcción de la autopercepción de la comunidad y permitir la configuración de unos objetivos sociales para un conjunto de individuos y grupos que orienten e impulsen determinadas acciones para su consecución.
- El tipo de valores y relaciones varía según el contexto social y cultural; no obstante, hay un acuerdo en el papel desarrollado en la creación de Capital Social Comunitario por parte de la discriminación individual y colectiva, la religión común, los mitos y los modelos de personajes arquetípicos, la identidad común y los rituales y ceremonias. Pueden ser símbolos comunes para dotar a la comunidad de unos elementos de distinción que otorgan a los individuos características comunes y reconocibles para la generación de Capital Social Comunitario;
- La escuela basada una cultura de cooperación:
- Parece tener una influencia positiva en la creación de lazos de solidaridad, en detrimento de la competitividad y en la existencia de un mayor nivel de participación en asociaciones fuera del ámbito escolar (Halpern 2005, p. 260).
- Son escuelas que intentan preservar en un contexto social poco favorecedor: la confianza, la posibilidad de asociarse y el valor de la cooperación, una conciencia ciudadana y una serie de valores éticos;
- El entorno físico y diseño urbano de espacios de uso colectivo:
- Pueden favorecer la sociabilidad de residentes del entorno o por el contrario dificultarla, dando lugar a espacios que favorecen la fragmentación social (Jordán y Segovia, 2005);
- Las estrategias de actores sociales para el desarrollo en contextos de pobreza y exclusión, caracterizados por la fragmentación social y un tejido asociativo con escasos recursos y con una baja capacidad de gestión de procesos de desarrollo complejos, suelen necesitar de apoyos de agentes externos para obtener recursos no disponibles en su contexto más inmediato.
- Estos aliados deben actuar en el proceso de generación de capital social como facilitadores externos con una doble función:
- La provisión de metodologías para el fortalecimiento de la comunidad y
- Acompañar el proceso de constitución de las redes comunitarias como un actor social en escenarios más amplios (Durston, 1999)
Cada uno de los elementos analizados en los distintos niveles (micro y meso) tiene características particulares y se interrelacionan de forma compleja. Algunos generan capital social de forma inmediata, otros necesitan de más tiempo y trabajo para su activación. Algunos son utilizables principalmente por individuos, otros por colectividades, o por ambos. En todo caso, en esa red de interconexiones no está clara la secuencia de causalidad (Prakash y Selle 2004, p. 22-27), lo cual hace muy complejo el uso analítico del concepto. Sin embargo, es posible usarlo contextualmente, situando su significado en cada caso particular e intentando determinar para cada situación social las variables relevantes y los indicadores que son capaces de captar el valor de las distintas relaciones que construyen el entramado de relaciones sociales (Grootaert y Bastelaer, 2002).
La activación del capital social comunitario implica tiempo y esfuerzo; requiere una serie de recursos, bienes y capacidades para ir reforzando o estableciendo vínculos y relaciones sociales en la comunidad a nivel interno y externo que puedan desembocar en beneficios económicos y sociales. La construcción del capital social comunitario es por tanto un proceso que avanza a través del establecimiento de acuerdos, compromisos y exigencias, intentando institucionalizarse para orientar la acción colectiva hacia la consecución de efectos beneficiosos para el conjunto de la comunidad.