La exclusión social es entendida como un fenómeno de causas estructurales y el análisis micro se centra en determinar el impacto de estos factores sobre los individuos, hogares, comunidades, grupos sociales, etc.
Los investigadores sociales coinciden en identificar tres esferas de riesgo que afectan actualmente a la capacidad integradora de la sociedad (Taylor-Gooby, 2005):
E incluso se identifican también las transformaciones producidas en las relaciones mantenidas entre estos tres ejes. Las relaciones entre Estado de bienestar y mercado de trabajo en cuanto a la provisión de protección se han visto modificadas por profundas reformas laborales que han afectado a las contribuciones a la Seguridad social.
A su vez, el quebrantamiento del modelo familiar tradicional como estructura dominante, ha puesto en tela de juicio el balance entre la provisión de ingresos y los cuidados anteriores. Prueba de ello es la emergencia de las políticas de conciliación familiar donde se ponen en relación los ejes del mercado laboral, del Estado de bienestar y de los cuidados familiares, aunque sin alterar apenas la división sexual del trabajo, ni la valorización social de los trabajos domésticos y de cuidado.