El objetivo tiene una relación directa con el problema-diana; es el punto de no existencia del problema y es la persona quien lo determina. Se trata de un objetivo específico formulado con relación a un comportamiento observable y verificable, lo que permitirá a la persona evaluar por sí misma en qué medida ha alcanzado el resultado esperado.
Para ser específico, el objetivo debe presentar las características siguientes:
Para determinar el objetivo a alcanzar, se pide a la persona que visualice de alguna manera la situación en la que quiere encontrarse, que precise el objetivo específico que quiere obtener.
Puede ocurrir que el objetivo escogido por la persona resulte demasiado difícil a los ojos de la figura experta. Se le puede situar entonces a nivel ideal y poner un objetivo intermedio a nivel realizable. Esto aumenta las posibilidades de éxito y modifica la percepción que la persona tiene de sí misma y de sus capacidades.