Una vez elegido el objetivo de la intervención, profesional y persona pondrán a punto las tareas que permitan alcanzar este objetivo. El rol de la figura especialista consiste aquí en ayudar a la persona a elegir y realizar las actividades necesarias.
Se trata de una acción precisa a realizar en un futuro inmediato; está muy bien delimitada y ligada al objetivo. Algunos aspectos de la tarea figuran ya en el repertorio de la persona, otros necesitarán un aprendizaje.
La realización conjunta de una serie de actividades entre profesional y persona ayudan a ésta a preparar y ejecutar las tareas. Esas actividades a llevar a cabo son: