Según Rapoport (1970) crisis es una preocupación causada por acontecimientos peligrosos, que pueden ser de tres tipos: de pérdida, de amenaza o de cambio.
- La amenaza puede encontrarse dirigida a las necesidades instintivas o al sentimiento individual de autonomía e integridad. Suele acabar en ansiedad, sensación de temor anticipado e incertidumbre.
- La pérdida puede ser que se trate de una persona o de la privación de una experiencia importante. Tiende a producir reacciones de cólera y protesta.
- El cambio puede ser para sobrevivir, crecer, dominio o autoexpresión. Produce sentimientos de esperanza al mismo tiempo que pánico.
Basándose en esos acontecimientos peligrosos, Rapoport y otros autores, como James y Gilliland (2001), Payne (1998) y Coulshed y Orme (1998) diferencian entre dos tipos de crisis básicamente:
- Crisis accidentales o situacionales: que se producen con motivo de acontecimientos inesperados o trágicos por lo que no pueden ser anticipadas. Pueden ocurrir, por ejemplo, como consecuencia de un accidente o la muerte repentina de persona cercana. Se consideran urgentes por que amenazan el bienestar físico y psicológico de la persona.
- Crisis de desarrollo o de maduración: son aquellas que ocurre como parte normal del desarrollo humano y de su maduración, lo que se conoce por transiciones vitales. Entre ellas se encuentran el embarazo, el matrimonio o la jubilación. Este tipo de crisis producen en las personas la experimentación de contratiempos, los cuales les exigen reajustar sus patrones de comportamiento. la intervención tiene aquí un campo de trabajo en el ámbito de la prevención.