Ohikoenak diren posturaren aldaketak gauzatzeko jarraibideak
A continuación se recogen, si bien con ligeras adaptaciones, los contenidos referidos a la realización de cambios posturales descritos en la "Guía para Familias Cuidadoras" de la Confederación Andaluza de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, de "Buenas Prácticas. La tarea de cuidar: Higiene postural, movilización y transferencias. Manual para el cuidador", de M.E. Ripol Muñoz, publicado en 2011 por el Gobierno de Aragón.
- Pautas generales. Las pautas generales a tener en cuenta a la hora de poner en práctica los cambios posturales son las siguientes:
- Los cambios posturales deben realizarse a intervalos de tiempo concretos para que resulten eficaces.
- En personas encamadas, son necesarios cambios posturales cada 2-3 horas.
- En personas sentadas, se deben hacer movilizaciones cada 1-2 horas. Si las puede realizar por sí misma, se le enseñará cómo hacerlas para que las lleve a cabo cada 15 minutos.
- Es necesario conocer si existen limitaciones en la movilidad de la persona atendida.
- Al cambiar de posición, las articulaciones deberán moverse en toda su extensión.
- Las articulaciones se colocarán en ligera flexión.
- El momento de la realización de los cambios posturales es el mejor para valorar el estado de la piel y ver si existe enrojecimiento o no en alguna de las prominencias óseas. También es un momento adecuado para hacer masajes mediante movimientos circulares y siempre en dirección al corazón para favorecer la circulación.
- Movilización hacia arriba de la silla o sillón. Es habitual que la persona que se encuentra sentada de forma prolongada se deslice sobre la silla. Si no puede colocarse sola, o necesita ayuda, la persona de apoyo colaborará a que recupere la posición inicial mediante esta técnica:
- Situarse tras el respaldo de la silla.
- Rodear a la persona atendida con los brazos por debajo de las axilas, a la altura del pecho. En el caso de las mujeres, habrá que prestar especial atención a no dañar la zona del pecho al realizar esta técnica.
- Entrelazar los brazos a la altura de los antebrazos. (no las manos; podría provocarse una lesión en los dedos de la persona de apoyo, o escurrirse y caer a la persona atendida).
- Con las piernas semiflexionadas, inclinar el tronco hacia delante y realizar un movimiento suave, hacia detrás y hacia arriba, hasta llegar a la posición deseada.
- Movilización hacia arriba de la cama. Para esta maniobra, se parte de la persona atendida tumbada boca arriba en la cama. Si la cama es articulada, hay que ponerla en posición horizontal.
- Si la persona puede colaborar se necesita solamente la presencia de una persona de apoyo:
- Colocarse a un lado de la cama.
- Retirar las almohadas, sujetando la cabeza.
- Pedir a la persona atendida que se sujete a la cabecera de la cama y que flexione las rodillas hasta apoyar los pies sobre el colchón. Indicar que apoye toda la planta de los pies, no sólo los talones.
- Pasar el brazo más cercano a la cabecera de la cama por debajo del cuello de la persona atendida, llevándolo hasta el omóplato, para asegurar la estabilidad de su cabeza.
- Colocar el otro brazo debajo de los muslos.
- Posteriormente, llevar a la persona atendida hacia arriba de la cama, al tiempo que ésta empujará en el mismo sentido apoyándose en los pies. Se recomienda utilizar alguna expresión tipo "un, dos, tres...ahora".
- Si la persona no puede colaborar en la movilización, pueden utilizarse procedimientos distintos, para los que se recomienda la ayuda de una segunda persona de apoyo.
- Procedimiento en el que las dos personas de apoyo se sitúan al mismo lado de la cama:
- Asegurarse de que el cuerpo de la persona tenga una correcta alineación; es decir, brazos extendidos y pegados al cuerpo y piernas juntas y extendidas.
- La persona que esté más próxima a la cabecera de la cama, situará su brazo más cercano a la cabeza de la persona por debajo de su cuello, hasta llevarlo al hombro, y su otro brazo, por debajo de la zona lumbar.
- La otra persona coloca uno de los brazos por debajo de los glúteos, y el otro brazo, por debajo de los muslos.
- Una vez posicionadas, realizarán un movimiento al unísono hacia arriba de la cama.
- Procedimiento en el que cada persona está a un lado de la cama
- En este caso, las dos personas se colocan una frente a la otra.
- Cada una coloca su brazo más cercano a la cabecera de la cama debajo del omóplato de la persona, y el otro brazo por debajo de los glúteos. Una vez posicionadas, realizarán un movimiento al unísono hacia arriba de la cama.
- Procedimiento con uso de la entremetida (sábana doblada en su largo a la mitad y colocada bajo el cuerpo)
- En este procedimiento, cada una de las dos personas de apoyo se coloca a un lado de la cama.
- Cada una toma la esquina superior e inferior de la entremetida, por la parte situada en su lado de la cama.
- A continuación, tiran suavemente de la sábana hacia arriba, desplazando a la persona hasta la posición deseada.
- Colocación en decúbito lateral. Para realizar esta movilización sólo es necesaria la presencia de una persona de apoyo, que se colocará en el lado de la cama hacia el que se va a volver a la persona. Para esta maniobra, se parte de la persona atendida tumbada boca arriba en la cama, que permanece en posición horizontal.
- Tomar el brazo de la persona atendida que queda más próximo y separar del cuerpo hasta formar un ángulo de unos 45º-, para evitar que, al finalizar la movilización, dicho brazo quede atrapado bajo el cuerpo.
- Flexionar el otro brazo de la persona sobre el abdomen y cruzar la pierna más alejada sobre la más cercana.
- Sujetar el hombro más alejado de la persona con una mano y la rodilla flexionada con la otra.
- La persona de apoyo tira del cuerpo de la persona hacia sí, quedando en posición lateral.
- Movilización de posición acostada a posición sentada. Se parte de la persona atendida tumbada boca arriba en la cama, que permanece en posición horizontal.
- La persona de apoyo, con la espalda recta y las piernas flexionadas, se sitúa en el lado de la cama donde va a sentarse la persona.
- La persona de apoyo sitúa uno de sus brazos, el que esté más cerca de la cabeza de la persona, bajo su omoplato - hueso plano de la parte superior de la espalda, cerca del hombro -, y el otro, junto a la rodilla más alejada.
- Se realiza un suave tirón desde el omóplato -hueso plano de la espalda, cerca del hombro-, a la vez que se gira la mano que sujeta la rodilla hacia fuera, con lo cual, la persona queda ahora sentada sobre la cama.
- Movilización de posición sentada a posición de pie
- Si la persona está sentada en la cama
- La persona de apoyo se sitúa frente a la persona atendida, para proporcionarle seguridad y protección, y coloca sus pies delante de los pies de la persona para que hagan de barrera en caso de que pudiera resbalar.
- Colocar los brazos en los omóplatos - huesos planos de la parte superior de la espalda, cerca de los hombros de la persona atendida, pasándolos por debajo de las axilas.
- Si puede colaborar, se le pide que se agarre a nuestros hombros.
- Se tira suavemente para elevar a la persona atendida.
- Si la persona está sentada en un sillón o silla de ruedas
- La técnica a seguir es la misma que en el caso anterior, pero la persona de apoyo deberá flexionar más las rodillas; y la persona atendida deberá pasar sus brazos alrededor de la cintura del asistente agarrándose a éste.
- Si se trata de una silla de ruedas deberá tenerse la precaución de mantener activados los frenos de esta mientras se realiza la movilización.
- Movilización de la cama a la silla de ruedas
- Primero, se coloca a la persona atendida sentada al borde de la cama siguiendo las técnicas indicadas. Es conveniente dejarla unos minutos en esta posición para evitar que se maree y se le mantendrá sujeto para prevenir que se caiga.
- Se coloca el sillón pegado a la cama y con el asiento mirando hacia la persona de apoyo. Si se trata de una silla de ruedas, esta se colocará en esa misma posición, tomando la precaución de activar el sistema de frenado de esta.
- Se levanta a la persona como se explicó en la técnica "de sentado a pie" y se gira el cuerpo de la misma hacia la silla, cuidando de que la rodilla de la persona que atiende apoye sobre las de la persona para evitar que se flexionen y caiga al suelo.
- Una vez situada sobre la silla, se le deja caer suavemente procurando que la espalda quede recta y apoyada sobre el respaldo de la silla.
- Es fundamental frenar la silla y retirar todo lo que estorbe (incluso, a veces los reposabrazos o los reposapiés cuando se va a levantar...).
- Las ruedas motrices de la silla (las pequeñas), deben estar alineadas con las otras, hacia delante. Así aumenta la estabilidad.
- Es fundamental comprobar que la persona queda en una posición segura y cómoda.